viernes, 22 de febrero de 2013

Un poco de fisiología de la piel



Vamos a solucionar una pequeña deuda que tenemos con vosotros porque en este blog hablamos mucho sobre dermocosmética pero hasta ahora no habíamos hecho ningún post sobre la  fisiología de la piel. Pequeños conocimientos sobre nuestra piel nos van a ayudar a entender mucho mejor la importancia de una buena rutina facial, cómo actúan las cremas, los serum, el contorno de ojos... en definitiva vamos a aprender a sacar el mayor partido a nuestra piel desde el punto de vista fisiológico.

Un poco de fisiología


Nuestro objetivo no es convertiros en catedráticos de la materia así que haremos una explicación sencilla y simplificada sobre las capas de la piel. Son tres:


  1. Epidermis: las células más importantes de esta capa son los queratinocitos (hay otras como melanocitos..) que se disponen en capas o estratos.  Los queratinocitos a lo largo de su vida van migrando de estrato, van saliendo hacia la superficie y en ese camino se van aplanando, atrofiando, hasta que mueren. La última capa (capa córnea) está formada por células muertas que se descaman. Este proceso dura entre 28-45 días. En la epidermis no hay vasos sanguíneos por lo que se alimenta de la dermis.
  2. Dermis: se sitúa justo debajo de la epidermis  y está formada por tejido conjuntivo. Es entre 20 y 30 veces más gruesa que la epidermis. En ella encontramos vasos sanguíneos (que nutren todas las capas), glándulas sudoríparas y sebáceas; y terminaciones nerviosas. La células características de esta capa son los fibroblastos, que sintetizan el colágeno y la elastina (cuando disminuye su síntesis aparecen más arruguitas).
  3. Hipodermis: Está formada por adipocitos y separa la piel del músculo que está debajo. La hipodermis  tiene función de protección mecánica, termoreguladora.... pero también acumula en forma de grasa las calorías que ingerimos de más (grrrrr). 
Funciones de la piel

La piel es el órgano de mayor extensión y peso del cuerpo. Aproximadamente un 6% del peso corporal de cada uno equivalen a la piel. Su importancia no es sólo cuantitativa ya que ejerce funciones importantísimas para el organismo:
  1. Estética: una piel bonita hace que estemos guapas y relucientes y es en esta función donde nos centramos en nuestro blog con el objetivo de mejorar su aspecto.
  2. Protección: nos aisla de los agentes externos  nocivos (tóxicos, gérmenes...)
  3. Organo sensorial: gracias a las terminaciones nerviosas percibimos mucha información a traves de la piel (caricias, frío, calor...)
  4. Termoregulación: nos ayuda a regular la temperatura corporal.
  5. Metabólica: a través de la piel excretamos toxinas, absorbemos radiación ultravioleta para sintetizar vitamina D....
Edades de la piel

La piel varía con la edad, es evidente que un bebé recién nacido y un anciano tienen la piel muy diferente.
Los bebés tienen la piel fina, suave, rojiza, delicada,  a veces, con exceso de glándulas sebáceas. En edad preescolar, ya no hay tanta glándula sebácea pero sí, inmadurez sudorípara. 


A medida que crecemos la piel va perdiendo cada vez más agua y vamos sufriendo más los efectos de los agentes externos, como las radiaciones ultravioleta. En la adolescencia, por efecto de las hormonas sexuales, vuelven a estimularse en exceso las glándulas sebáceas, pudiendo aparecer acné. Producimos más sudor y aparece vello en diferentes partes del cuerpo.  

Una vez pasada la adolescencia, todo vuelve a la calma y es entonces cuando vuelve a lucir radiante. ¡Ya podría parar aquí la evolución de la piel! pero desgraciadamente, no es así y continúa envejeciendo; perdemos elasticidad; hidratación; se va atrofiando; aparecen manchitas; arrugas... Todo esto ocurre por una evolución fisiológica  (Cronoenvejecimiento); pero una parte muy importante, se la debemos a las radiaciones ultravioleta (Fotoenvejecimiento).
 ¿Podemos hacer algo para frenar todo esto? Y aquí llega la buena noticia, por supuesto que sí.  Podemos y debemos protegernos del sol siempre (es el antienvejecimiento más barato) pero también podemos ayudar a sintetizar colágeno y elastina, podemos hidratar en profundidad, podemos evitar la aparición de manchas y atenuar las que tenemos.... y muchas cosas más que iréis descubriendo en el blog. En definitiva, se puede mejorar y mucho, eso sí, con una buena rutina y mucha constancia.

Y con esto terminamos este post de fisiología de la piel. Aunque puede parecer una "chapita" de post, creemos que es muy importante para apreciar los beneficios de los tratamientos cosméticos. Ya nos contaréis lo que os ha parecido, si os quedan dudas, si se queda corto o si os ha horrorizado.


Son consejos de M70farMA.


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