martes, 26 de febrero de 2013

Exfoliación facial



Este es un post por encargo, una amiga me preguntó si habíamos hecho alguno sobre exfoliantes faciales, y la verdad es que no. Pero vuestros deseos son órdenes y aquí lo tenéis.

 Todos hemos oído alguna vez la palabra exfoliación aplicada a una rutina de belleza. Sabemos que es bueno exfoliarse de vez en cuando pero ¿sabemos por qué?, ¿Cuantas veces?, ¿Cuál usar? Vamos a intentar aclarar dudas, ya nos diréis si lo hemos conseguido.

Vimos en el post anterior algo sobre fisiología de la piel. Sabemos que la epidermis está formada fundamentalmente por queratinocitos que se disponen en capas. Estas células van saliendo hacia la superficie y en su camino se van aplanando, van atrofiándose hasta que mueren. La última capa, la capa córnea está formada por células muertas, que se van descamando. Estas células muertas hacen que la piel se oxigene menos,  se vea más apagada, menos luminosa, más rugosa.... Al exfoliar conseguimos eliminar esa barrera, la piel se oxigena, se estimula la síntesis de nuevas células, la producción de colágeno y elastina, la captación de agua del exterior (hidratación), .... en definitiva ganamos luminosidad, tersura, suavidad, uniformidad del tono,....

 El proceso de migración y descamación del queratinocito  dura aproximadamente 28 días. Si todas las células muriesen y se descamasen a la vez mudaríamos de piel cada mes, pero no es así,  es un proceso continuo.Teniendo en cuenta esto: ¿cada cuanto tiempo debemos exfoliarnos la piel? Pues como media diremos dos semanas. Alguna se preguntará y ¿ por qué no cada 28 días? Pues porque como hemos dicho antes, no todas las células mueren a la vez,  todos los días tenemos células muertas en la superficie. Otras os preguntareis ¿Por qué no cada día, si todos los días se mueren células? Pues porque exfoliando queremos eliminar el exceso de células muertas, no cargarnos de un plumazo la capa córnea. Para que lo entendáis sería lijar algo que ya está lijado.
Esto es una regla general pero como en todo, hay excepciones. Por ejemplo una piel acneica necesita exfoliarse con más frecuencia (semanal o incluso más), las pieles engrosadas por diferentes causas, si estamos haciendo un tratamiento despigmentante...

Hay diferentes clasificaciones de exfoliantes, pero en el fondo se pueden dividir en dos grandes grupos:

Mecánicos: eliminan las células muertas gracias a una acción mecánica. Son geles que contienen unas partículas que al frotarlas en la piel (con suavidad!!!!) van arrastrando las células muertas. Esas partículas pueden ser más o menos agresivas (ojo con los hechos en casa!!!), por lo que debes buscar uno adecuado para tu tipo de piel. Dos ejemplos que nos encantan son:
  • Exfoliante suave purificante Gommage de Avene: contiene unas microesferas exfoliantes muy eficaces pero toleradas por cualquier tipo de piel, incluso las más sensibles. Además su fórmula contiene gran cantidad de Agua Thermal de Avene, con sus propiedades calmantes y desensibilizantes. Es muy eficaz pero nada agresivo, por lo que es ideal para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles. 
  • Gel exfoliante oxigenante de Galénic: este gel exfoliante contiene agua de meliloto, que nos ayuda a oxigenar y  la piel y a estimular la microcirculación. 











Químicos: suelen ser ácidos de frutas (alfahidroxiácidos, A.H.As) y moléculas derivadas de éstos. Aplicándolos de forma continuada podemos conseguir incluso atenuar o eliminar arruguitas y unificar el tono de nuestra piel. Dependiendo de la concentración obtendremos una exfoliación más o menos intensa. Hay que tener en cuenta que en todo momento hablamos de exfoliaciones o peelings que podemos hacer en casa (concentraciones de ácidos inferiores al 20%). Las exfoliaciones de capas más profundas las debe realizar un dérmatólogo.
  • Neostrata citriate: este peeling de uso domiciliario mejora la textura de la piel, atenúa lineas de expresión, unifica el tono e incrementa la luminosidad de la piel. Consta de dos pasos: en el primero el ácido cítrico y el glicólico ejercen la acción exfoliante propiamente dicha. En un segundo paso el ácido lactobiónico hidrata y restaura la piel en profundidad. Es un peeling que nos encanta es muy eficaz (20% AHAs), desde la primera aplicación ganamos tersura, luminosidad, suavidad, en definitiva frescura en la piel.


Nuestro consejo: una buena rutina facial debe incluir una exfoliación periódica. Como regla general la realizaremos cada 10-15 días. En principio con una exfoliante mecánica (Avene, Galenic...) es suficiente pero existen épocas del año en las que aconsejamos un micropeeling químico. ¿Cuales son? Pues justo antes y después del verano. Antes, para que obtengamos un bronceado uniforme y duradero;  y después, para reparar el daño causado por el sol. Pero OJO!!! aunque no nos cansamos de decirlo, SIEMPRE, pero especialmente tras un peeling químico debemos proteger la piel del sol con un buen fotoprotector. 
Hay casos en los que podemos y debemos exfoliarnos con más frecuencia: si tenemos acné, la piel muy estropeada, si queremos eliminar manchitas... 
Si algo no te ha quedado claro o quieres consultarnos tu caso particular, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de responderte. 


Son consejos de M70farMA.


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2 comentarios:

  1. Muy interesante el artículo y esclarecedor, gracias por las aportaciones!

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    1. De nada!!! Nos encanta la dermofarmacia y este es nuestro granito de arena para aclarar dudas y afianzar conceptos. Si tienes cualquier duda o sugerencia estaremos encantados de responderte!!!

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